A pesar de que no tenemos la certeza de saber en qué piensan los demás, puesto que no podemos leer la mente de otras personas, este tipo de pensamiento puede llegar a tener mucho poder sobre nosotros. Algunos ejemplos:
Para abordar el pensamiento de adivinación del futuro, cuestiona tus suposiciones y piensa en alternativas más realistas. Examina las pruebas objetivas de que tus preocupaciones se hagan realidad y considera otros posibles resultados.
Dar una definición de qué son los pensamientos negativos no es difícil. Los podemos definir como aquellas Suggestions perniciosas que aparecen en nuestra cabeza sin que las busquemos y que nos producen todo tipo de emociones que nos perturban.
Experiencias pasadas: Situaciones traumáticas o fracasos previos pueden generar desconfianza hacia el futuro.
Nuevo pensamiento: Estoy dispuesto a ser sanado. Estoy dispuesto a perdonar. Todo está bien. Perdono a todos en mi pasado por todos los males percibidos. Los libero con amor
También es un pensamiento negativo restarle importancia a las cosas buenas. Minimizar las cosas positivas o atribuirle una causalidad externa, es decir, que ha ocurrido por acción de otras personas o por pura suerte, suele ser un proceso cognitivo muy común en personas cuya mente ha sido invadida de pensamientos negativos, como es el caso de la depresión. Algunos ejemplos de este pensamiento negativo son:
Y aquí conviene hablar de una diferencia más entre una persona con pensamiento positivo y una persona con pensamiento negativo. La primera se caracteriza por la persistencia y la segunda por la terquedad.
Para contrarrestar el pensamiento de etiquetado, practica la autoaceptación y el autocuidado. Reconoce que cometer errores es parte de ser humano y que no define tu valía como persona.
No caen en la cuenta de que en más de una ocasión el éxito viene despues de multitud de fracasos y que por eso nunca nos debemos rendir.
Es difícil evitar que esos pensamientos vengan a nuestra mente, pero si los dejamos partir sin pensar demasiado en ellos no les dejaremos que nos provoquen malestar alguno.
SOMOS capaces de hacer lo que nos propongamos. Son sólo los pensamientos negativos los que nos impiden conseguirlo.
Envejecer da miedo. Cada día se nos presentan nuevas pruebas de que ya no somos los mismos jóvenes de antes. Nos miramos en el espejo y sentimos que se nos escapan las oportunidades y que nuestras capacidades se ven comprometidas.
Este tipo de pensamiento también puede llevar a sentimientos de ansiedad y depresión. Es común que quienes piensan negativamente se sientan atrapados en un ciclo vicioso. La click here percepción negativa influye en tus emociones y acciones.
Ejemplo: pocas personas escriben comentarios positivos sobre un servicio o producto, pero si algo no les ha gustado, no escatimarán tiempo y esfuerzo en escribir un comentario enfadado.